Las oportunidades que se van presentando en la vida pueden parecer únicas, y en sí algunas lo son. Sin embargo, en temas humanos y relativos a las emociones, por muy cabizbajos que nos encontremos, en algún momento de la línea cronológica que pinta el futuro, las tinieblas serán reemplazadas por el nuevo sol que irradia esperanza.

Ésta es una canción del cantautor mexicano Abel Velásquez, que puede encontrarse en el disco en vivo "Aguanta Corazón" y en la versión que presento, de "Letra y Música". Como todas sus canciones, se encuentra muy presente el simbolismo y palabras que van más allá de la comprensión lineal.

Recordamos que los Pegasos son aquellas criaturas mitológicas, caballos alados que son la fuente de la inspiración poética. Los Pegasos son seres inteligentes, bondadosos y salvajes; tímidos que solo pueden ser domados por jinetes de buen corazón, detectando inmediatamente la maldad. Todos nosotros -independientemente del género, edad o bagaje que se cargue- somos Pegasos, debido a que buscamos que el jinete del alma y corazón sea una persona de bien, nuestra contraparte.

Y la historia empieza con nosotros, los Pegasos, caminando calle arriba la cuesta de la vida, con el sol diciendo "¿por qué otro día?", un buen día es el presente, hoy, no hay nada que temer. Y el caminar es igual a nuestro palpitar, el viejo corazón late con fuerzas sin parar para encontrar las maravillas, entre ellas el amor.

Irremediablemente, hay ocasiones en que al sístole le hace falta un diástole, ante un "por favor perdóname, no puede ser...". En estos casos, el viejo corazón decide ya no andar, se retrae en sí mismo y manda al diablo la búsqueda maravillosa, a la gente y a sí mismo. En estos momentos, los Pegasos dejan de volar, el (des)amor ha vencido.

Pero llegamos al punto de inflexión, en el que el reloj toca nuestro hombro y nos dice "resiste amigo mío, ya no mires hacia atrás", y el corazón al que aún le faltaba su mitad, le ponemos un remiendo y está listo para andar. Mirando hacia adelante, con una nueva oportunidad frente a nosotros, el nuevo corazón late con fuerza sin parar en este nuevo amanecer, los Pegasos abren sus alas y caminan sobre el cielo, el nuestro.

Un abrazo a todos! Este día será el día!