Después de cierto tiempo de inactividad y de vacaciones mentales, retomo a lleno nuevamente con la actividad del compartir la buena música con ustedes. Hoy, toca presentar a un trovador cubano del que no había comentado nada hasta el momento, y que tiene una gran trayectoria musical.

Amaury Pérez, cubano, fundador del "Movimiento de la Nueva Trova Cubana" y que ha compartido notas con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y otros. "La mitad del amor" es todo un clásico, desempolvando recuerdos de 1986, que puede encontrarse en el disco "De vuelta".

Existen cosas, elementos, que se buscan con desesperación; hay otros que se buscan con cierto afán y existen muchos menos que aparecen sin estarlos esperando. Emociones y sentimientos suelen agruparse en esta última categoría.

En este sentido, lo que inesperado suele llegar de manera más fuerte, o por lo menos así parece, puesto que uno no se halla preparado, en resumidas no lo ve venir... Y es así que una pizca de sentimientos puede revolvernos la risa y la piel.

Si bien se aprecia tener a la mano el corazón ajeno, la magnificencia de tal hace que asir el timón del amor no necesite de más de un puñado para embarcarse en el eterno viaje.

Finalmente, en la mayoría de las situaciones hace falta solamente la mitad del amor de un lado, porque de la otra mitad se encarga la otra persona. Faltará entonces el soldar los dos pedazos para generar uno compartido...

Un abrazo a todos! Y que la mitad de su amor ennoblezca y levante!

Esta canción puede encontrarse en el disco con el mismo nombre, en "Parque Naucalli" y la que presento hoy, "Febrero 13".

Sucede a menudo, aunque no siempre, que presentamos una imagen de nosotros mismos ante la gente, una imagen que creemos la ideal. Cuando esto pasa, podemos llegar a transformarnos en aquella imagen... sin embargo muchas veces todo queda en apariencia.

Pero cuando la otra persona representa lo que en realidad es, tal vez la imagen que uno tiene de sí mismo logra dejar caer la cortina de las apariencias y logra suceder el milagro, el encuentro.

Un barco al pairo es aquél que está en posición estática, con las velas tendidas, pero no amarradas, entonces el viento sopla sus velas, las acomoda, mas no es suficiente para hacerse a la mar. Esto sucede con las decepciones e intentos fallidos... parece que el viento finalmente soplará, las velas se llenarán de aire y por fin se emprenderá el viaje mar adentro... mas nunca se logra partir.

Un barco a la deriva es aquél que vaga sin rumbo, errante... cuando se piensa que las velas por fin lograron hacer que este buque de amor se mueva, se pierde la dirección... sin un faro que alumbre por la noche, tal vez condenados a navegar en la extensa niebla que en esos momentos suele aparecer.

La idea es el encuentro... los mares de la propia vida son extensos, profundos y a veces fríos, sin embargo tenemos remos al alcance de las manos... y aquella isla en medio de la nada está por dar luz al faro.

Un abrazo a todos! Y sigan remando hacia tierra firme!

Esta canción, una de mis favoritas de Alejandro Filio, puede encontrarse en los discos Caín, Un secreto en vivo, En directo y en varios conciertos en los que le da un aire interesante. La versión de hoy viene de "Un secreto a voces", en la cual comparte voz con Gerardo Alfonso, cantautor de la nuevísima trova cubana.

A través del tiempo, uno ha escuchado mucho (demasiado para algunos) acerca del amor y lo que significa. Pudiendo haberse convertido en un sentimiento a veces al borde de lo comercial, muchas frases relativas a este tema llegan a resultar repetitivas, forzadas o bien sacadas de un libro.

Por eso, cuando el reloj por fin se detiene y las horas de pronunciación de frases sin sentimiento quedan atrás, es más difícil de mostrar que lo que se siente y se dice no es más que algo sumamente trillado. Y es así, en el momento en el que ya no hayan pretextos ni disculpas, en ése momento, lo trillado desaparece...

Y las voces resuenan, de amores ya se hablado mucho, no es tema nuevo, ya se dijo todo... Pero tan bien dicho, no importa que digan que está trillado hablar de amor... en verdad no importa cuando existen unos brazos de sol que dan calor a la espalda y se expande al resto del cuerpo.. y el alma. Y si así hablaren, ciertamente no han tenido esos brazos alrededor suyo.

El concepto puede estar trillado, el sentimiento no.

Un abrazo a todos! Y hagan sentir sus brazos de sol!